Tú eres el monstruo devorador al que hay que quitar el collar I


Tú eres el monstruo devorador al que hay que quitar el collar,

así que sácalo de tu cuello.

«¿A dónde irás después de morir?

Ahora voy al baño, tengo ganas de hacer pis».

La mente ha de fundirse con el momento,

respondiendo a lo que surge sin pensamientos.

Cuando encima, encima, cuando debajo, debajo,

lo mismo respecto a la lluvia o al sol.

No crea problemas

al margen del trance concreto de este instante,

sino que se mete en él

y responde de manera fulgurante,

sin liarse con la dualidad del frío o del calor.

Especialmente cuando cualquier estímulo ha desaparecido

y ningún exceso inunda su mente.

Si dejas las palabras a un lado

y te sumerges internamente en el presente del cuerpo

responderás sin dudarlo.

Porque alcanzar la realización

es ser abrasado por el fuego que lo quema todo,

especialmente los conceptos limitativos

y la imagen reflejada de uno mismo.

Deja tu cabeza a un lado porque no puedes vaciar el océano

con una cuchara aunque te esfuerces.

Se trate de meditar sentado en el zafu

o de una persecución en toda regla,

el combate continúa,

deja el ego a un lado y entrégate a la batalla

como a la meditación, danza ante el peligro.

El alma zen del koan

Emilio Fiel

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