En idioma chino, los dos polos de la energía cósmica son yang (positivo) y yin (negativo) y sus signos convencionales son + y – respectivamente. Los ideogramas señalan el lado soleado y el lado en sombra de una colina, fou, y están asociados con lo masculino y lo femenino, lo firme y lo flojo, lo fuerte y lo débil, la luz y la oscuridad, lo que se eleva y lo que cae, cielo y tierra, y se los reconoce en cuestiones tan cotidianas como una comida aderezada y otra insípida. Consecuentemente, no se considera el arte de vivir como algo unido a yang y apartado de yin sino como el equilibrio entre ambos, ya que no puede existir el uno sin el otro. Cuando los consideramos como lo masculino y lo femenino no nos referimos tanto a individuos macho y hembra como a las características usuales en -aunque no limitadas a- cada uno de los dos sexos…
…Lao-tzu dice:
Quien tiene conciencia del Principio masculino
y conserva el Principio Femenino
Es como un cauce profundo que atrae a todo el universo hacia el
Siendo cauce profundo
La Eterna Virtud no lo abandona
El yang y el yin son principios, no hombres y mujeres, y por ello no pueden existir verdaderas relaciones entre el macho afectadamente vigoroso y la hembra afectadamente endeble.
La clave de las relaciones entre yang y yin se denomina bsiang sheng, surgimiento mutuo o inseparabilidad. Como dice Lao-tzu:
Cuando cada uno reconoce que la belleza es bella
entonces sabe que la fealdad existe
Cuando cada uno reconoce que la bondad es buena
entonces sabe que la maldad existe.
“Ser” y “no ser” se engendran mutuamente;
Dificultad y facilidad se complementan mutuamente;
Largo y corto se contrastan mutuamente;
Alto y bajo se proponen mutuamente;…
Antes y después se suceden mutuamente.
Son, por lo tanto, como las caras -diferentes pero inseparables- de una moneda, como los polos de un imán o la pulsación y el intervalo en una vibración. Nunca existe la posibilidad última de que uno venza al otro porque son como amantes en pugna más que enemigos en lucha. Pero, para nuestra lógica, resulta difícil pensar que ser y no ser son mutuamente generador y mutuamente sustentador de energía…
Treinta rayos convergen en el círculo de la rueda;
Lo que la vuelve útil es el espacio central [literalmente, «de su no ser»].
La arcilla se trabaja en forma de vasijas;
Es el vacío interior lo que las vuelve útiles.
Se abren puertas y ventanas en !as paredes de una habitación;
Son los agujeros los que nos permiten utilizarla.
Por lo tanto, de la no-existencia proviene la utilidad;
Y de la existencia la posesión.
(Lao-tzu)
El camino del Tao
Alan Watts