NO HAY OTROS BRAZOS, NO HAY OTROS LABIOS

Tarda media hora en cruzar Lancaster. Ya en la ruta 222, se dirige al sur a través de Refton, Hessdale, New Providence y Quarryville, por Mechanics Grove y Unícorn, y luego recorre una larga extensión tan monótona y carente de señales que no se entera de que ha entrado en el estado de Maryland hasta que llega a Oakwood. Escucha por la radio «No hay otros brazos, no hay otros labios», «Stagger Lee», un anuncio de las fundas de plástico transparente para asientos de coche Rayko, «Si no me importara», de Connie Francis, un anuncio de dispositivos para apertura de puertas de garaje controladas por radio, «Fui corriendo a casa sólo para decir que lo sentía», «Esa vieja sensación», de Mel Torme, un anuncio de televisores Westinghouse de pantalla grande y sintonizador automático que se acciona con un solo dedo, «imágenes perfectamente nítidas aunque se miren a pocos centímetros de la pantalla», «La canción del cowboy italiano», «Yep», de Duane Eddy, un anuncio de bolígrafos Papermate, «Casi adulto», un anuncio de crema aclaradora Tame, «Paseemos», noticias (el presidente Eisenhower y el primer ministro Harold Macmillan inician una serie de conversaciones en Gettysburg, los tibetanos combaten contra los chinos comunistas en Lhasa, el paradero del Dalai Lama, jefe espiritual de ese país remoto y atrasado, es desconocido, un fondo fiduciario por valor de doscientos cincuenta mil dólares ha sido legado a una criada de Park Avenue, mañana llegará la primavera), noticiario deportivo (los Yanks han vencido a los Braves en Miami, alguien ha empatado con alguien en el Open de Saint Petersburg, resultados de un torneo local de béisbol), el tiempo (despejado y calor propio de la estación), «El órgano feliz», «Suéltame», un anuncio de la Caja de Ahorros y Seguros de Vida, «Rocksville, P-A» (a Conejo le encanta), «Un cuadro que ningún artista podría pintar», un anuncio de espuma Barbasol Presto, según nueva fórmula, la acción limpiadora diaria previene las manchas de la piel y emulsiona algo, «Cordones de zapatos rosa», de Dody Stevens, una carta de un muchacho llamado Billy Tessman a quien atropelló un coche y agradecería que le enviaran postales o cartas, «Petite Fleur», «Fungo» (está muy bien), un anuncio de trajes de pura lana Wool-Tex, «Pall out», de Henry Mancini, «A todos les gusta el cha cha cha», un anuncio de servilletas de mesa Gracia del Señor y el maravilloso mantel Ultima Cena, «El latido de mi corazón», un anuncio de cera y arcilla de lanolina Brilla Rápido, «Venus» y, a continuación, las mismas noticias. ¿Dónde está el Dalai Lama?

 

Corre, conejo

John Updike

A trivial, insubstantial and useless flowerpot II


 

When he came back from job ate quickly and returned to work in the stele Egyptian. Now going to take out what he really looked interesting: the line 4 of text.

From the first moment it seemed him that oozed the ethics that would inherit later Christianity.

Now he prepared to recheck their meaning in the dictionary (to search a dictionary of hieroglyphics: take the first symbol of the word and by it you can find its meaning; like you do in your own language). To make your job easier he reverse the direction of text reading, to coincide with the dictionary put the words from left-right. Therefore the text was as follows:

“Well, now the translation”. The first group of symbols means: I. The second (top-down) : give; and the bottom dentate line is that timing is past, therefore: GAVE. The third group of hieroglyphics: BREAD. The fourth, HUNGRY. The fifth, CLOTHES. And the last, NAKED.

So that the translation of the fourth line of text on Stele (BM EA 1783) was saying:

I GAVE BREAD TO HUNGRY AND CLOTHES TO NAKED

Moved his chair backwards, closed his eyes and began ringing in his mind the words of the Gospels. No doubt he had the same ethics that underlay both civilizations.

The sound of screams brought him to reality. Her neighbors were again…

– “You are lunatic and dirty! Do not see when you water the plants to flood my balcony!”

– “Lunatic are you! Your balcony is wet because you have not properly waterproofed. And I’m not going to let my plants die because of your negligence”.

– “I did not know the pain that awaited me when buying this apartment… Also your plants are poorly secured and will one day it will fall and to kill someone…”

– “Fuck you”.

“Are back. What way spend your life so stupid. All day insulting each other”. He went to the balcony and closed the door to try to muffle the sound of their cries. “Luckily I live in an apartment above theirs, if not I would be in the middle of the fray”.

He realized that he had not bought bread for dinner, and had run out of cigarettes.

“I’ll go out to buy”

Under the stairs with the mind set in ancient Egypt, in that culture so far and near. On the sidewalk he heard a cry, and felt a tremendous blow to the head.

A trivial, insubstantial and useless flowerpot of his neighbor had sent him to the west shore of the Nile.

– «I knew one day going to kill somebody. «

 

Egyptian symbols and illustrations:

Introduction to Egyptian hieroglyphics

Mark Collier & Bill Manley

Una intrascendente, insustancial e inútil maceta II

 

Cuando regresó del trabajo, comió rápidamente y volvió al trabajo en la estela egipcia. Ahora iba a extraer lo que realmente le parecía interesante: la línea 4 del texto.

Desde el primer momento le pareció que rezumaba la ética que heredaría el cristianismo posterior.

Ahora se dispuso a volver a comprobar su significado en el diccionario (para buscar en un diccionario de jeroglíficos, tome el primer símbolo de la palabra y por ahí podrá buscar su significado: como hacemos nosotros en nuestro idioma). Para hacer su trabajo más fácil invirtió el sentido; para que coincidiera con el diccionario puso las palabras de izquierda-derecha. Por lo tanto el texto quedaba así:

Bueno, ahora la traducción: el primer grupo de símbolos significa, Yo; el segundo (arriba-abajo) dar, y la raya quebrada inferior es que está en pasado; o sea Di; el tercer grupo: Pan; el cuarto, Hambriento; el quinto, Vestido; y el último, Desnudo.

De tal manera que la traducción de la cuarta línea del texto de la estela BM EA 1783 decía:

Yo di pan al hambriento y vestido al desnudo.

Separó la silla del escritorio, cerró los ojos y en su mente resonaron las palabras de los evangelios. No cabía duda que había una misma ética que subyacía a ambas civilizaciones.

El rumor de gritos lo trajo a la realidad. Eran de nuevo sus vecinas…

– “Eres una guarra. No ves que cuando riegas las plantas me inundas mi balcón”.

-“Guarra lo serás tú. Tu balcón se moja porque no lo has impermeabilizado adecuadamente. Y yo no pienso dejar morir a mis plantas por tus negligencias”.

-“No sabía el castigo que me esperaba al comprar este piso;  además tus plantas están mal sujetas y un día van a matar a alguien…”

-“Que te jodan”.

– “Ya están de nuevo. Qué vida tan estúpida llevan. Todo el día insultándose.” Se acercó hasta el balcón y cerró la puerta para tratar de amortiguar el sonido de sus gritos. “No tendrán otra cosa más importante de la que preocuparse”.

Se dio cuenta de que no había comprado el pan para la cena, y que se había quedado sin cigarros.

-“Saldré a comprar”

Bajo las escaleras con la cabeza puesta en el antiguo Egipto, en esa cultura tan lejana y cercana. En la acera oyó un grito, y sintió un tremendo golpe en la cabeza.

Una intrascendente, insustancial e inútil maceta de su vecina lo había mandado a la orilla Oeste del Nilo.

– “Yo sabía que un día ibas a matar a alguien”.

 

Símbolos e ilustraciones egipcias:

Introducción a los jeroglíficos egipcios

Mark Collier & Bill Manley

A trivial, insubstantial and useless flowerpot I


 

– “You are lunatic and dirty! Do not see when you water the plants to flood my balcony!”

– “Lunatic are you! Your balcony is wet because you have not properly waterproofed. And I’m not going to let my plants die because of your negligence”.

– “I did not know the pain that awaited me when buying this apartment… Also your plants are poorly secured and will one day it will fall and to kill someone…”

– “Fuck you”.

The screams were heard from his small study. “Are back. What way spend your life so stupid. All day insulting each other”. He went to the balcony and closed the door to try to muffle the sound of their cries. “Luckily I live in an apartment above theirs, if not I would be in the middle of the fray”.

He returned to his study. Before resuming work, he stretched himself are trying to activate your muscles. “Life so empty that such people had, mired in the ignorance from beginning to end, nothing interesting to feed their minds; not to be silly programs on TV and your endless discussions”. He sat back, turned on lamp. «Let’s go back to work.”

Our hero had always been passionate about ancient Egypt. He was a devourer of everything about this culture. Also he had even dived to study the translation of hieroglyphic writing. Now he was engaged in tracking items that Christianity may have inherited from ancient Egypt. He was a staunch defender that had a clear relationship between Moses and the rebel Pharaoh Amenhotep IV; although no contemporary (the time gap is about 150 years each other), Was very likely that Moses could be affected by the revolutionary beliefs of the Pharaoh (only one God, a God who must not be represented …) Not forget us that Moses was raised and educated in Pharaoh’s palace: It is impossible that despite the passage of time does not remain echoes of Amenhotep IV.

I was just working in the stele of the governor Inhuretnakht and his wife  Hui (BM EA 1783). Piece from archeological site Nag’ed-Deir, which was dated in the First Intermediate Period and represented a classic example of regional style at that particular moment, as much in terms of its artistic merits so as in the wording of the registration.

He had achieved on an image of the stele to segment its text: break the inscription in words. Because…

 

Inhieroglyphicwriting

thewordswerenotseparated

therewasnospacebetweenthem

 

This is an example.

You have no problem in reading, so the Egyptian artists thought the same of their potential readers (basically Gods).

He had solved before the problem of reading direction because that they written from left to right or vice versa; depending on the aesthetic sense they wanted enhance. This was easily solved, only we need to see one of the symbols that represent an animal: for example, you look at the end of the first line and will  see a dog (is a jackal in the name of the God Anubis), the animal looks at the right; this indicates that this text should be read right-left.

“Good”

Was already very late, it was time to go to bed. “Tomorrow would be another day”.

 

 

Egyptian symbols and illustrations:

Introduction to Egyptian hieroglyphics

Mark Collier & Bill Manley

 

Una intrascendente, insustancial e inútil maceta I


– “¡Eres una guarra! ¡No ves que cuando riegas las plantas me inundas mi balcón!”

-“¡Guarra lo serás tú! Tu balcón se moja porque no lo has impermeabilizado adecuadamente. Y yo no pienso dejar morir a mis plantas por tus negligencias”.

-“No sabía el castigo que me esperaba al comprar este piso;  además tus plantas están mal sujetas y un día van a matar a alguien…”

-“Que te jodan”.

Los gritos se oían desde su pequeño despacho. “Ya están de nuevo. Qué vida tan estúpida llevan. Todo el día insultándose.” Se acercó hasta el balcón y cerró la puerta para tratar de amortiguar el sonido de sus gritos. “Menos mal que vivo en un piso superior a los suyos. Si no me vería en medio de la refriega”.

Regresó a su despacho. Antes de volver al trabajo se estiró intentando desperezar sus músculos. “Que vida tan vacía llevaba este tipo de gente: sumidas en la ignorancia desde el principio al fin, sin nada interesante que alimentara sus mentes; a no ser los programas tontos de la tele y sus eternas discusiones. Vidas intrascendentes, insustanciales e inútiles”. Se volvió a sentar, encendió el flexo. “Volvamos al trabajo”.

A nuestro héroe siempre le había apasionado el antiguo Egipto. Era un devorador de todo lo referente a esta cultura. Incluso se había lanzado a estudiar la traducción de la escritura jeroglífica. Ahora estaba enfrascado en rastrear elementos que el cristianismo pudiera haber heredado del antiguo Egipto. Era un firme defensor de que había una relación evidente entre Moisés y el faraón rebelde Amenofis IV; que, aunque no contemporáneos (la distancia temporal es de unos 150 años), el primero pudo ser afectado por el cuerpo de creencias revolucionarias del segundo (un solo dios, un dios que no se debía representar…); no olvidemos que Moisés fue criado y educado en el palacio del faraón: es imposible que a pesar del paso del tiempo no quedaran ecos de Amenofis IV.

Ahora mismo estaba trabajando en la estela del gobernador Inhuretnakht y de su esposa Hui (BM EA 1783). Pieza procedente de Nag´ed- Deir, que estaba fechada en el Primer Periodo Intermedio y representaba un ejemplo clásico del estilo regional en ese particular momento, tanto en términos de sus méritos artísticos como en la fraseología de la inscripción.

Sobre una fotocopia de una ilustración estela había conseguido segmentar el texto: descomponerlo en palabras. Ya que:

Enlaescriturajeroglífica

noseseparabanlaspalabras

nohabíaespacioentreellas.

Esto sería un ejemplo.

Usted no tiene ningún problema en leerlo, pues los artistas egipcios pensaban lo mismo de sus potenciales lectores (básicamente los dioses).

Antes había resuelto el problema de la dirección de lectura ya que escribían de izquierda a derecha o al revés, en función del sentido estético que quisieran realzar. Este era fácil de solucionar, sólo es necesario ver uno de los símbolos que se represente con un animal: por ejemplo mire hacia el final de la primera línea y verán un perro (es un chacal en el nombre del dios Anubis), este mira hacia la derecha: esto indica que este texto debe leerse de derecha-izquierda.

“Bien”.

Ya se había hecho muy tarde, era hora de irse a la cama. Ya seguiría la mañana siguiente.

 

Símbolos e ilustraciones egipcias:

Introducción a los jeroglíficos egipcios

Mark Collier & Bill Manley

My stupid car

I have a problem with the car, well, better say, I had it: he exploded yesterday. The car did not blast, but overflowed its structures.

I do not say it was a surprise, I saw coming it; but I could not change the course of events. From the first moment I realized that my car’s behavior was very strange and dangerous.

My car and I covered about 35 km daily. Twenty- five km. go and back from job plus five miles for other travel (shopping. ..). More the uses of week-end. I spent 20 euros of petrol every week.

After years of coexistence perfect, one day, surprisingly, I saw my car was diverted itself to a gas station.

– “But if you have still gasoline”. I said him. But however much you try to convince him, forced me to stop to refuel.

– «Well, the machines also have their fancies”. Said myself. I added ten euros extra.

As you suppose, this extravagance was increased far from disappearing.

First it only happened if we saw an attractive service stations, but him taste became vulgar, then we had to stop at all found in the way.

Therefore, swallowing more petrol than the consumed cause the expanding its deposit, the same happened at its entire structure. The car became more plumper. Its delicate lines became a mass shapeless.

His weight increase affected the reliability of suspension and brakes. I had to do something.

I said to the car at all hours that he must to consume gasoline in terms of energy he need. It was a failure.

The first measure was to take out him further to do more miles and spend the extra fuel. Every day we did 20 or 30 k.m. additional. But it was exhausting, and barely he expended a small amount of gasoline that we had added.

The increase of travel made by the car produced more often breakdowns. Prematurely aged his components overuse, we very often visited the mechanic.

After we avoided trips where will find gas stations. But only I obtained that he asked more gasoline when we had to go to one.

One day after another I told him, I begged him, I cried him, I whispered that he stop consuming so much combustible.

– “You do not yourself look in the mirror?” I said him. “You do not see that you’re killing yourself?

The words entered him by a wheel and went out the other.

At the end he exploded.

Machines are silly.

 

Traducción español: ver «Mi estupido coche» – categoria: duermevela

Wishes granted

 

That night he begged again: “I only ask a new opportunity: that she returns, that we try again. I love her more than life. I do not care that she had committed error of leave me by that guy”. He closed his eyes and imagined to them walking along a deserted beach, hand in hand…“Everything would be as before”. This was the most longed-for dream of his life.

The other morning I was watching on TV a documentary about police cases, yes, I do have to confess it: I like to understand everything that surrounds human behavior and its motivations in extreme situations. Let’s focus, I saw a very interesting case that I have not resisted bringing at the blog; I do not know if the adjective «interesting» is right, maybe it would be better disturbing… judge by yourself.

The next morning the phone rang:  she was. «The request have been heard”, thought. Her body trembled with joy. Tried to control his voice so as not to betray his excited mood. Long ago she did not call him. Especially since began the litigation by his daughter, She was upset; knew that having left home she had everything to lose custody of the daughter and the apartment. But here she is again.

Well!

Had invited him to spend a weekend at the beach to get a new opportunity for both. There is no doubt that the dream had become reality. It was a lucky man.

«Honey, let’s eat”. They got out of bed, dressed, and turned to kiss passionately. She insisted on eating at a restaurant that was next to the beach.

When they finished, she insisted on going for a walk along the beach under the starlight. «There was no doubt:  his desire had been granted.”

He was the happiest man on earth.

Since he arrived at the restaurant had the feeling that someone was following them. Now, after a long walk on the beach, the feeling had intensified.

He looked back. «Bang, bang» two shots rang out in the lonely beach. His body lay on the beach. His empty eyes  looked at  still the capricious waves.

«Here’s my gift my dear. Now you have me, the girl and the house. «

Deseos concedidos

Aquella noche lo volvió a suplicar: “solo pido una nueva oportunidad. Que ella vuelva, que lo intentemos de nuevo. La quiero más que a mi vida. La  existencia sin ella carece de sentido. No me importa que haya cometido un error yéndose con ese tipejo”.    Cerró los ojos e imaginó a los dos caminando por una playa solitaria, cogidos de la mano…todo sería como antes. Este era el sueño más preciado de su vida.

La otra mañana estaba viendo en la tele un programa sobre casos policiales, sí debo confesarlo: me gusta comprender todo lo que rodea a la conducta humana y sobre todo sus motivaciones en situaciones límite. A lo que vamos, dieron un caso muy interesante que no he resistido en traer al blog; no sé si el adjetivo es el adecuado, quizás inquietante…juzguen ustedes.

A la mañana siguiente sonó el teléfono: era ella. “Los ruegos han sido escuchados” pensó. Su cuerpo temblaba de alegría. Trató de controlar su voz para no delatar su agitado estado de ánimo. Hacía mucho tiempo que no lo llamaba, sobre todo desde que empezó el litigio por su hija. Ella estaba molesta, sabía que al haber abandonado el hogar tenía todas las de perder con la custodia de la niña y el apartamento. Pero aquí está de nuevo.

¡Bien!

Ella lo había invitado a pasar un fin de semana en la playa: » Sería bueno que nos dieramos una nueva oportunidad» – fueron sus palabras.

No cabe duda de que el sueño se había convertido en realidad. Era un hombre de suerte.

El sol empezaba a decaer, sus mortecinos rayos naranja le daban a la estancia una luz calida y acogedora.

“Vamos a cenar”. Se levantaron de la cama, se vistieron, y se volvieron a besar apasionadamente. Ella se empeñó en comer en un  restaurante que estaba junto a la playa.

Cuando acabaron, ella se empeñó en ir  a pasear por la playa bajo la luz de las estrellas. “No cabía duda: su deseo había sido concedido”.

Era el hombre más feliz sobre la tierra.

Desde que llegaron al restaurante tuvo la sensación de que alguien los seguía. Ahora, tras una larga caminata en la playa, la sensación se había agudizado.

Miró hacia atrás. “Bang, bang” dos disparos resonaron en la arena desierta.

Su cuerpo quedó tendido en la playa. Sus ojos todavía abiertos miraban vacíos las caprichosas olas.

“Todo según lo planeado. Aquí tienes mi regalo querida. Ahora me tienes a mí, a la niña y la casita”.

 

¿Le han cambiado a usted esas experiencias con los espíritus?

Pensaba en las palabras de Ahmed: «¿Le han cambiado a usted esas experiencias con los espíritus?».

Recordé aquella noche de agosto sin luna en Costa de Marfil, cuando comí el plato cocinado con las hierbas del bosque que la propia sacerdotisa había recolectado. Cuando desperté, efectivamente algo había cambiado en mí. Me sentía mucho más cerca de Adjoua y de sus iniciados. Les veía con otros ojos, no sin admiración, pues eran los depositarios de un mundo antiguo que estaba condenado a desaparecer, en el que reinaba el equilibrio y la comunión con la naturaleza y sus fuerzas. Tras aquella experiencia, sería capaz de volver a experimentar en los bosques muchas sensaciones de la infancia que había olvidado.

De regreso a mi país, sentí la necesidad imperiosa de volver al pueblo de mis primeros veranos y acudir al bosque donde me gustaba perderme, pese al terror que me producía. Recordaba la emoción ante los grandes árboles y las rocas cubiertas de líquenes, y la fascinación por los mundos que se escondían bajo las piedras o en las charcas transparentes, con todas las criaturas que cobijaban. Tomé el camino que discurría junto a la vía del tren y pasé junto a una antigua casa en ruinas donde en otros tiempos vivía una anciana, que creíamos bruja, con un viejo borracho. Proseguí por el sendero del cementerio y me detuve en la fuente en la que nunca quise beber porque estaba convencido de que el agua que manaba del caño de madera había discurrido entre los huesos, ataúdes de zinc y cabelleras amarillentas de los nichos profanados.

¡Qué decepción! Aquel bosque había sido prácticamente talado y lo poco que se había salvado me parecía ridículo comparado con los bosques que acababa de dejar en África. Anduve unos minutos más entre pinos enfermos y encinas asfixiadas por la hiedra, en un sotobosque de ortigas y zarzales plagado de plásticos y botellas, hasta llegar a la pequeña cima desde la que en otros tiempos me gustaba espiar el campamento de los zíngaros. En aquel encinar, de troncos retorcidos donde los rayos que se filtraban entre el follaje jugaban con el humo de las cacerolas, me había seducido la idea de ser descubierto y le que se me llevaran a vagar con ellos por el mundo que proyectaban sobre una sábana. Pero no pude reprimir una carcajada.

¡Aquel lugar tan bello había desaparecido y estaba ocupado ahora por una nave industrial!

Los árabes del mar

Jordi Esteva